30.9.13

Capítulo 13. Rescatada.



Aroa se cruza de brazos. De pronto, siente demasiado frío y se encuentra aún más sola y desprotegida ante la inquisidora mirada de Natalia, que la sonríe mordaz.
-Díselo, Álvaro, cariño.-La voz de Natalia insiste como un pitido agudo que aturde a Aroa. Necesita escapar si no quiere desmayarse ahí mismo.
Aroa mira a Álvaro. Y sus ojos azules están nublados de cobardía. Parecen gritar lo siento. Él aparta la mirada y agacha la cabeza, avergonzado. Titubea y comienza a hablar, casi en susurros.
-Lo siento, Aroa.
Y en un segundo, el corazón de Aroa se destruye. Se rompe y se descompone. Álvaro también la engañó. Perfecto. Y ahora, ¿qué?
Natalia sonríe triunfante y su mirada expresa superioridad. Aroa no sabe qué hacer. Está paralizada y sus pensamientos se atropellan. Decide dar unos pasos con prudencia hasta que consigue estar al lado de ambos. Natalia la escruta con la mirada sin perder su sonrisa bobalicona y no duda en hablar.
-Te lo dije, Aroa. No vales nada.
-Que os vaya bien.-Aroa susurra sin escuchar las palabras de Natalia y huye de allí lo más rápido que puede.
Se siente idiota. Y echa a correr a la vez que rompe a llorar. ¿Por qué le han hecho esto? Revolver el ayer no es sano. Y sigue así, huyendo de todo. De ella, del pasado con el que acaba de chocar y de las mentiras que han estado ahí siempre. Huye de todo pero vuelve a chocar. Aunque esta vez, es contra el pecho de Víctor que surge de la nada y la protege con sus grandes brazos. Ella sabe perfectamente quién es sin necesidad de mirarle. Víctor la estrecha contra él y, con una mano, la sujeta la cabeza. No hablan, tan sólo se escuchan los gemidos y lamentaciones de Aroa. Pero ahora ella se siente protegida. Y está donde siempre le gustaría estar. Y permanecen así una eternidad preciosa.
-¿Qué te han hecho, Aroa?-Víctor la susurra con extrema dulzura mientras suspira profundamente.
Aroa levanta la cara y le mira. Sus ojos están vacíos, inexpresivos y en su boca se elabora un gesto torcido que intenta llegar a convertirse en sonrisa.
-¿Qué haces aquí?-Consigue articular ella.
Víctor le limpia una lágrima acariciándola con cariño.
-Ya te dije que no me fiaba de esos dos. ¿Por qué no me dejaste acompañarte? Maldita cabecita loca...-Víctor chasquea la lengua y sacude la cabeza con una triste sonrisa torcida.
-Lo siento...-Aroa agacha la cabeza y vuelve a refugiarse en su pecho.
-Yo lo siento. Te tenía que haber acompañado aunque tú te hubieras enfadado conmigo.
Aroa sorbe por la nariz y se calla. Solamente se deja llevar por la mano de Víctor que acaricia su pelo de forma acompasada. Eso consigue relajarla un poco.
-Ven, vamos a casa. Necesitas descansar.-Víctor sonríe lentamente y coge la mano de Aroa. Ella se sonroja y sonríe débilmente. Le encanta sentirse cuidada por él.
-Gracias.-Aroa no sabe como agradecerle lo que ha hecho por ella y agacha la cabeza, sin saber qué más añadir. Siente la sonrisa de Víctor.
-No me tienes que agradecer nada. Me encanta cuidarte.

♥♥♥

Lucía está echa un ovillo encima de su cama. Es incapaz de controlar sus lágrimas y su respiración agitada es lo único que se escucha. Lleva más de dos horas así. Necesita algo o, mejor dicho, a alguien. Sonríe irónicamente entre lágrimas. Su conciencia le dedica una mirada mordaz a la vez que grita: ''Claro que necesitas a alguien, idiota. Le necesitas...''
Lucía se levanta de la cama y se lleva las manos a la cabeza. El dolor le martillea con fuerzas las sienes. Con valentía, trata de calmarse y dejar de llorar. Tras unos intentos, consigue recuperarse a regañadientes y estira la mano para coger el móvil. Al encenderlo, lo que ella se temía. Más de diez llamadas perdidas de Aitor y siete mensajes. Lucía decide que no está en condiciones para ellos y, tras un gran esfuerzo, los pasa por alto. Necesita a Vero. Sólo ella podría animarla en esta situación.

Once de la noche. En una de las largas filas para entrar a una discoteca, ellas esperan su turno.
Vero arriesga con un vestido entallado azul eléctrico mientras que, Lucía, más recatada con un vestido oscuro, no se siente muy a gusto. Vero acapara todas las miradas. El vestido se ajusta a la perfección a sus sensuales curvas y sus tacones extremadamente altos le hacen unas piernas interminables. Pero Lucía tiene la cabeza en otra parte. No sabe si hace bien estando allí y se siente incómoda en el vestido y los tacones que Vero le ha prestado. Los chicos le miran descaradamente e, incluso, el más ''valiente'', le ha soltado alguna guarrada. Tampoco se siente bien bajo esa capa extrema de maquillaje, pero Vero es una exagerada...
-Vamos, nena que nos lo vamos a pasar en grande.-Vero la mira con absoluta felicidad y Lucía es incapaz de evitar que una débil sonrisa se expanda por su rostro ante tanto entusiasmo.
-Eso espero...-Lucía agacha la cabeza y suspira profundamente deseando salir de allí.
-Venga, arriba esos ánimo, ¿eh? Nada de sufrir por tíos. Y menos de los que te tratan mal. Eso nunca...-Vero piensa bien en sus palabras y a su cabeza acude Marcos. ¿Sufriría por él? Enrojece débilmente y sacude la cabeza con una sonrisita estúpida.
Poco a poco, la cola va avanzando y Vero está cada vez más animada. Sin embargo, Lucía sólo puede pensar en una cosa....
Cuando ya han entrado al local, Lucía se queda alucinada. Es muy grande y la música que suena tiene buena pinta.
-Bonito, ¿verdad? Ya te lo dije.-Vero grita entre la gente. La música está excesivamente alta.-¿Qué quieres beber?
Lucía no tiene muchas ganas de pensar en eso ahora.
-Lo que tú vayas a tomar.-Vero le enseña el pulgar para indicar que la ha entendido y se abre paso entre la gente hacia la barra.
Lucía mira a su alrededor. Todo el mundo está bailando como loco y ella no tiene nada de ganas de moverse. La gente le da golpes y se ve obligada a apartarse de ese lugar. Encuentra un taburete y se sienta en seguida. Se pasa la mano por la cara y suspira profundamente. ¿Qué está haciendo aquí? Maldita Vero y su poder de convicción. Alza la mirada con cansancio. No puede creerlo. Sentado en la barra, se pasea los dedos por el pelo. Después, alza la mano y pide otra copa. Las pulsaciones de Lucía están a punto de explotar y sus mejillas enrojecen en un segundo. Se tapa la cara e intenta controlar su respiración agitada. La rabia y las ganas de llorar la invaden con fuerza.
Joder, ¿qué está haciendo Aitor aquí?


Víctor y Aroa entran en la habitación de ella. Él le acaricia la mejilla y le obliga a mirarle.
-¿Cómo te encuentras?-Su tono tierno descoloca a Aroa, que le tiembla todo el cuerpo. Opta por encogerse de hombros, sus ojos marrones la intimidan. Él le dedica una fugaz sonrisa.-Creo que deberías descansar y dejar de pensar por hoy. Mañana ya será otro día.
Víctor le coge con dulzura de la mano y le hace sentarse en la cama. Aroa no protesta y se sienta. Le mira interrogante. Tiene los sentidos desconectados y no sabe ni cómo reaccionar. Él le devuelve la mirada con intensidad. La sonrisa de Aroa estalla y después, la de Víctor. Y, cuando consigue recuperar sus capacidades cognitivas, articula unas palabras con torpeza.
-Muchas...gracias por todo, Víctor. No me cansaré de repetírtelo.-El muchacho sonríe y le acaricia la mejilla con los dedos.
-Tienes sueño, vaya cara que tienes...-Víctor suelta una carcajada.
-Gracias, eh.-Aroa se hace la ofendida y frunce el ceño.
-Pero deberías saber que tú siempre estás preciosa. Sea como sea.-Aroa le mira con incredulidad y él sonríe ampliamente con cara de niño bueno.-Y ahora, no tardes en dormirte. Tienes que descansar.
Víctor da unos pasos hacia la puerta. De pronto, Aroa corre hacia él. Y, cuando este se gira, ella se le echa encima. Y, sin esperar mucho tiempo, sus labios terminan encontrándose. Tras unos segundos, Víctor se recompone y la agarra de la cintura con delicadeza. La acerca más a él. El beso continúa y sabe a demasiadas cosas. Al tiempo que dejaron escapar y a todos esos momentos en los que sus mirada expresaban sus sentimientos. Aroa se aparta de él.
-Buenas noches, Víctor.-Esboza una sonrisa sincera y susurra.-¡Ah! Si en medio de la noche aparezco en tu habitación, no te preocupes, es que necesito estar cerca de ti.

4 comentarios:

  1. wauuuuu.....precioso capitulo, de verdad!!! Me encanta tu novelaaa!!síguela plis!!

    Un Besito Enorme♥♥

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias, la seguiré. Un besazo infinito <3

    ResponderEliminar
  3. Te he nominado al premio Libiester Adward mas info en mi blog http://perfectamenteimperfectatextos.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar

Cuéntame infinitos♥