18.11.13

Epílogo


 Sí, sé que soy mala persona. Porque no escribí nada esta semana y el sábado tampoco. Pero no he parado por casa y os traigo varias sorpresitas. Lo primero, el nuevo diseño del blog y el epílogo de esta historia que ya ha llegado a su fin.
Sin más, os dejo aquí el epílogo de Cerca de ti. Espero que no os decepcione y, sobre todo, necesito vuestra opinión. Es la primera novela que escribo y sé que no es lo mejor, aunque espero ir mejorando con el tiempo.

Un besazo infinito. Disfrutadlo


Carol abraza a Lucía. Vero se enjuga una lágrima rebelde. Mateo mira al horizonte, por donde ha desaparecido Aroa hace unos instantes. Parece una fotografía. Nadie se mueve y nadie sabe qué hacer a continuación. Simplemente esperan a que pase algo.
-Será mejor que nos marchemos.-Mateo carraspea, y su mujer lo mira con ternura, asintiendo levemente.
-Nosotros vamos yendo al coche.-Carol se despide con una gran sonrisa.-Os esperamos allí.
Asienten. Lucía y Vero continúan mirando al horizonte. Tampoco saben muy bien qué hacer ni qué decir. Se sienten solas. Como la última vez que Aroa se fue. Pero esta vez tampoco está está Natalia. Lucía baja la mirada. Tiene miedo de que finalmente ellas también terminen distanciándose. Pero eso no podría pasarle a ellas, ¿no? Vero suspira y le coloca una mano en el hombro.
-Nosotras también deberíamos irnos.
Lucía gira la cabeza y la mira de soslayo. De repente, se siente aún más sola. Ella sabe que Aroa no va a volver nunca. Víctor se lo dijo. Lucía se abraza a Vero repentinamente.
-No me gusta esto, Vero.-La respiración de Lucía comienza a agitarse y su voz se torna ronza, como si estuviera tragándose las lágrimas.-No quiero que esto nos pase. No quiero que nos separemos.
-Pero eso no va a pasarnos.-Dice Vero en un susurro, hundiendo su mano en el pelo negro de Lucía.
-¿Y tú como lo sabes?-Sus ojos azules ahora atraviesan a Vero. Brillan y están llorosos.
-Créeme. Con nosotras no puede nada.-La muchacha saca fuerzas y compone una pequeña sonrisa que parece calmar un poco a Lucía.-Y ahora, vámonos. Aquí vas a ponerte peor.
-Sí, vamos al coche....-La voz de Lucía se apaga al mirar a un rincón del aeropuerto. Sus ojos se abren enormemente impactados. Su tono se vuelve algo frío.-Bueno, creo que a ti viene alguien a buscarte.
Vero gira la cabeza. Su corazón lato feroz y su respiración se dispara. No puede creerlo. Es Marcos. Se muerde el labio, intentando reprimir la estúpida sonrisa que amenaza con aparecer en su rostro. Se recuerda a sí misma lo que le hizo. Cabecea lentamente, como si no quisiera creérselo.
-Bueno, yo me voy. He quedado con Aitor. Si necesitas algo, ya sabes.-Lucía besa su cabeza y rápidamente echa a correr hacia donde están sus padres esperándola.
Vero mira a su alrededor. Marcos se está acercando. Su corazón va a explotar y no sabe qué hacer. Sí, tendría que decirle que no quiere saber nada de él, que tiene cosas más importantes que hacer, que no le importa. Pero sabe que sería mentira. Que la anterior Vero ha desaparecido y que él la ha cambiado por completo. Su simple presencia la ha dejado petrificada. No puede ni pestañear y sus ojos negros ya se encuentran a milímetros de los suyos.
-Vero...yo...Necesito que hablemos.-Vero no reacciona. Marcos espera con vacilación a que diga algo, pero su expresión es impenetrable.-Verás...quería...
-¿Querías qué? ¿Decirme que la cagaste? ¿Que me mentiste? ¿Querías presentarme a tu nueva novia?-El tono de Vero aumenta a cada momento. Marcos la mira con el ceño fruncido. Acto y seguido, compone una pequeña sonrisa cálida.
-A mi nueva novia no, pero a mi hermana sí.-De la nada, aparece una chica alta, de pelo rubio muy rizado y de ojos oscurisímos como Marcos. Tendrá veinticinco años. Es preciosa. A Vero le arden las mejillas y no entiende nada. O quizás prefiere no entender.
-Hola. Tú debes de ser Vero. Mi hermano me ha hablado mucho de ti. Yo soy Esther.-La chica empieza a hablar y una sonrisa comienza a aparecer en su cara. Vero vuelve a quedarse paralizada. ¿De qué va todo esto?
-Verás. El otro día, cuando te dije que estaba enfermo, no mentía. Pero ella vino de Alemania, donde está estudiando y me dio una sorpresa. Seguramente, la voz que escuchaste por el telefonillo, fue la de ella.
Vero no sabe dónde meterse. Se siente muy avergonzada y más, teniendo en cuenta que Marcos lo ha tenido que decir delante de Esther.
-Eh, tú tranquila. Es normal, yo también me hubiera puesto como una fiera.-Esther sonríe a Vero con dulzura e, inmediatamente, comienza a caerle bien.-Yo me voy marchando a casa, Marcos. Espero que solucionéis las cosas. Y Vero, siento las molestias causadas.
Esther se marcha tras sonreír a Vero, moviéndose con elegancia.
-Bueno...Ahora espero que puedas perdonarme.-Marcos mira de reojo a Vero y sonríe con picardía. A Vero le retumba el corazón en los oídos.
-Eres tonto.-Vero lo abraza. Él la envuelve entre sus brazos y por una vez se siente a gusto, rodeada entre el calor que emana su cuerpo. Ella no tendría que haber salido nunca de ahí. Marcos la estrecha más aún.
-Tú eres la tonta, mira que piensas estupideces.-Marcos le agarra de la barbilla. Sus dedos queman su piel y ella se estremece.-Prométeme que vas a confiar más en mí.
El intenso ardor se vuelve a apoderar de sus mejillas y ella se pierde, como semanas atrás, en la peligrosa oscuridad de sus ojos. Sonríe con timidez.
-Te lo prometo.
Y con un beso, Marcos le roba el poco aliento que conserva.

♥♥♥

Al fin ha conseguido quedarse dormida. Otra vez ella y los aviones. Mala combinación. Mira por la ventanilla, intentando relajarse. Ya se ve Nueva York. Suspira hondamente y siente un pinchazo a la altura del pecho. ¿Y ahora qué? Piensa. Ahora nada. Una fuerza le oprime la garganta y las lágrimas empiezan a empujarse en sus ojos. Lleva todo el camino así. Se siente destrozada.
-Señores viajeros. Procedemos a aterrizar en Nueva York. Apaguen sus teléfonos móviles y aparatos electrónicos. Espero que...
Aroa recibe un mensaje. Lo lee rápidamente. Es de Álvaro. Dice que a Natalia va a empezar a ir a un psicólogo y que se siente fatal por no haberse disculpado con ella. Aroa pone los ojos en blanco y apaga el móvil. Ya hablará con ella en otra ocasión. Se recuesta en el asiento. Hola otra vez, Nueva York.

Al fin acaba de salir del aeropuerto. Lleva su equipaje de mano y la pesada maleta. Va distraída, mirando al suelo y pensando en Víctor, naturalmente. La distracción, la conduce a chocarse. Su maleta de mano se cae al suelo y ella recobra el sentido.
-¿Pero qué te crees...?
-Yo te ayudo.-Sus ojos se encuentran. Y las miradas hablan por sí solsas.-Esto parece una película americana. Ahora es cuando nos enamoramos, ¿no?
Aroa sonríe. Sus ojos se iluminan de sorpresa. Lo besa tiernamente. Cuando un sueño se cumple, el mundo parece olvidarse de todo. Y sólo existen ellos. Sus bocas, su cuerpo y sus sentimientos. Aroa y Víctor.
-¿Qué haces aquí?-La sonrisa de Aroa es inmensa y él la abraza cálidamente.
-Te dije que iba a venir contigo. Conseguí solucionar todo y a mis padres les pareció una idea estupenda. He venido antes para empezar a instalarme antes de que empiece la universidad. Lucía me ha ayudado, por eso hoy no hemos podido estar contigo.
Se miran a los ojos. Y las palabras sobran. Vuelven a besarse. Aroa siente una inmensa felicidad que se expande por todo su cuerpo. Y sabe que con él, esa felicidad podría permanecer durante mucho tiempo.
En Madrid o en Nueva York, pero siempre de su mano.

4 comentarios:

  1. Hola!!!Me encanta tu novela!!es una maravilla,ojala escribieses otra,es q chica tiene un talento...
    Besos infinitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, no sé qué responder ante tanto halago. Lo cierto es que estoy escribiendo otra pero no sé cuándo empezaré a publicarla. Hay que esperar :) Muchos besos infinitos <3

      Eliminar
  2. Adoro esta novela,es genial! Has pensado en mandarla a una editorial? Porque es maravillosa.
    Ojala que escribas otra novela,que sguro qe te sale igual de fantastica..o mejor!!
    Besoooos ^-^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias, Yolanda. La verdad es que no sé si algún día enviaré algo o no, pero te agradezco mucho tu apoyo. Acabo de volver tras un año y voy a empezar a subir una nueva novela, ojalá te apetezca leerla y me cuentes qué te parece.
      Besos infinitos <3

      Eliminar

Cuéntame infinitos♥