Que no sé soñar si no es contigo...
-Vamos, despierta ya, que te echo de
menos.
Natalia le mira con una espléndida
sonrisa. Los ojos le brillan de felicidad. Está sentada junto
a él en la cama y sostiene una bandeja con comida. Acaban de
hacer el amor y él se ha quedado dormido. Álvaro abre
los ojos poco a poco y la ve. Sonríe lentamente mientras se
estira con lentitud.
-Ten, para ti.-Natalia espera a que se recomponga y le coloca la bandeja en las rodillas. Álvaro lo
mira. Parece delicioso.
-Muchas gracias, cariño, no
tenías que haberlo hecho.
-Venga, venga, pruébalo.-Natalia
le mira con expresión expectante. Álvaro coge una galleta y se la
lleva a la boca.-¿Cómo están? Las he hecho yo.
Álvaro mastica tranquilo y
traga.
-Mmm.-La mira sonriente.-Están muy buenas. Casi tanto como tú.
-Idiota.-Natalia le empuja suavemente y
le mira, satisfecha.
-Por cierto, quiero hablar
contigo.-Dice Álvaro mientras se lleva otro cacho a la boca.
-¿Qué ocurre?-Natalia le
mira preocupada.
-¿Sabes algo de Aroa?-Álvaro hace una pausa y mira de
reojo a Natalia para evaluar su expresión. Decide continuar.-No es que
me importe, pero la otra noche se marchó algo extraña.
Natalia cierra los ojos. Al abrirlos,
su expresión se torna algo violenta.
-Ya lo sabía yo.-Susurra para
sí. Le mira a los ojos impasible.-Te sigue importando,
¿verdad?
-No, claro que no.-Miente alzando la
voz.
-No te creo. Sé que la sigues
queriendo. Y si estás conmigo para intentar olvidarla, lo
mejor es que lo dejemos ahora. He sufrido demasiado por ti.-A Natalia
le tiembla la voz y sorbe por la nariz, aguantando las ganas de
llorar.
-No. No quiero que lo dejemos, ¿estás
loca? A mí sólo me importas tú. Deberías
saberlo. Simplemente te lo he dicho porque sigue siendo tu
amiga,¿no?-Álvaro la agarra del mentón y le
acaricia las mejillas con los dedos.
-Me da igual si lo que voy a decir es
fuerte, pero si tengo que perder su amistad por estar contigo, lo
haré.
♥♥♥
Unas horas más tarde, Álvaro
camina hacia su casa. No sabe qué pensar. La frase de Natalia
le ha dejado sin palabras. Lo cierto es que está preocupado.
Espera que no sea capaz de hacerle algo a Aroa, pero, realmente,
quien sabe de lo que es capaz de hacer Natalia por él.
Casi
está llegando a su casa cuando, por estar mirando al suelo, se
choca con alguien. Levanta la cabeza para disculparse pero recibe un
fuerte empujón. Es Víctor.
-¿De qué vas?-Álvaro
se quita los auriculares y le mira, lleno de ira.
-¿De qué vas tú?-Víctor le desafía con la mirada, impasible.
-¿De qué coño me
hablas?-Álvaro le mira frunciendo el ceño.
-De Aroa.
Álvaro siente que su corazón
se precipita y comienza a latir furioso. Se desconcentra y sus
piernas le tiemblan. ¿Y si le ha pasado algo?
-¿Qué pasa con
ella?-Álvaro intenta mantenerse tranquilo.
-Sabía que no se podía
confiar en ti. Sabía que no la ibas a cuidar. Eres un
desgraciado.
-¿Qué? ¿Me estás
diciendo que no la cuidé? Claro que la cuidé. La amé
demasiado. Fue ella la que me dejó.-Álvaro le
mira directamente a los ojos, simulando serenidad.
-Mira, a mí eso no me importa,
¿vale?-Víctor le mira con una sonrisa mordaz.-Tú
borraste aquel mensaje, ¿verdad?
Álvaro hace memoria. ¿De qué habla? El mensaje
que Víctor le puso a Aroa. Aquel día él tenía
su móvil. Álvaro le mira con superioridad y suelta una
carcajada.
-Claro que lo borré yo. ¿Qué
te pensabas? ¿Que le iba a enseñar a ella todas esas
estupideces que decías? Eres idiota.-Víctor suelta un
bramido y le agarra de la pechera con furia.
-Eres un cabrón. ¿Y sabes
qué te pasó? Que tenías miedo. Sí, miedo
de que ella te dijera la verdad. Que no te quería. Y que no estaba enamorada de ti. Que todo fue un cuento. ¿Y tú?
Tú no eres más que un desgraciado. Porque sabías
que si ella hubiese leído ese mensaje, se hubiera replanteado
seguir contigo. Y eso te acojonó, porque no sabías con
seguridad lo que ella sentía por ti, ¿me equivoco?
Álvaro se echa a reír en
la cara de Víctor y este está a punto de perder los
nervios por completo.
-¿De qué coño te
ríes?
-Bueno, puede que tuviera miedo, pero,
lo pasado, pasado está, ¿no? Y si tú supieras lo
bien que folla... Espera, espera, es que ella nunca ha estado
contigo...
Víctor no soporta más a
Álvaro. Le mira con furia y le pega un puñetazo en la
cara con todas sus fuerzas. Álvaro se desequilibra y termina
pegado a una farola, mareado.
-Eres un mierda, cabrón.
♥♥♥
Aroa y Lucía se sientan en la
cama. Aroa se ha calmado un poco, pero sigue preocupada por Víctor,
que no sabe dónde está metido y no le coge el teléfono.
-Aroa, ante todo, lo siento.-Lucía
agacha la cabeza, avergonzada.
-¿Por qué?-Aroa la mira
con curiosidad.
-Por lo de Álvaro y
Natalia.-Aroa siente una punzada en el pecho.-No te lo conté,
porque pensaba que ella misma se iba a encargar de hacerlo. Era lo
propio. Aunque no me parece bien lo que ha hecho.
-Bueno, no pasa nada. Me gustaría
haberlo sabido cuanto antes, pero ella tenía que habérmelo
contado, no vosotras. -Aroa suspira profundamente e intenta quitar
hierro al asunto.-Además, ellos no han hecho nada malo, él ya
no es nada mío. Y si se quieren, pues adelante. Yo me alegro
por Natalia, él es un buen chico y sé que la va a
tratar bien.
-Bueno, el tuyo te espera en Nueva York
para cuidarte.-Lucía le mira sonriente, pero Aroa se desploma
y sin poder aguantarlo, las lágrimas comienzan a rodarle por sus mejillas.-¿He dicho algo malo?-Aroa le
mira con los ojos llenos de lágrimas y Lucía comprende.
La abraza y le acaricia la cabeza.-Lo siento, pequeña. Shh,
tranquila. Ya llegará otro diferente.
Yo ya no quiero otro, piensa Aroa,
cansada de sufrir por estúpidos. Se ve que no hay ''diferentes''...Lucía le limpia las
lágrimas con los dedos y la obliga a mirarla.
-Ya, Aroa. No merece la pena.
-Lo triste es que lo sé, pero no
puedo dejar de llorar.
-Venga, que es verano y tú estás aquí conmigo para pasarlo bien, ¿no?
Aroa intenta sonreír entre las
lágrimas. Últimamente no lo está pasando muy
bien.
-Bueno, dejemos de hablar de mí. Háblame tú de...-Aroa mira
a Lucía entrecerrando los ojos.
-Aitor.
-Eso, Aitor.
-Pues es...
El móvil de Lucía vibra
como loco. Lucía mira la pantalla y una sonrisa boba se extiende por su cara. Es un whatsapp de Aitor.
-Un momento, Aroa. Perdona.-Ella
asiente. Sabe que es él. Conoce aquella sensación de
necesitar escribirse con esa persona. Suspira profundamente y pone los ojos en blanco. Al menos, la conocía...
Aitor: Contéstame a una cosa.
Lucía:Dime
Aitor:¿Quieres verme?
Lucía sonríe como una
boba y escribe a toda velocidad.
Lucía: Sí
Aitor: ¿Seguro?
Lucía: Sííííííí
Aitor: Pues baja, que te estoy
esperando :P
Lucía no se lo cree, ¿la
estará mintiendo? Rápida, se asoma a la ventana. Solo
ve un inmenso ramo de flores...Eso, y la preciosa preciosa sonrisa de Aitor dirigiéndose a ella.
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