9.9.13

Capítulo 10. Confesiones.


Que no sé soñar si no es contigo...


-Vamos, despierta ya, que te echo de menos.
Natalia le mira con una espléndida sonrisa. Los ojos le brillan de felicidad. Está sentada junto a él en la cama y sostiene una bandeja con comida. Acaban de hacer el amor y él se ha quedado dormido. Álvaro abre los ojos poco a poco y la ve. Sonríe lentamente mientras se estira con lentitud.
-Ten, para ti.-Natalia espera a que se recomponga y le coloca la bandeja en las rodillas. Álvaro lo mira. Parece delicioso.
-Muchas gracias, cariño, no tenías que haberlo hecho.
-Venga, venga, pruébalo.-Natalia le mira con expresión expectante. Álvaro coge una galleta y se la lleva a la boca.-¿Cómo están? Las he hecho yo.
Álvaro mastica tranquilo y traga.
-Mmm.-La mira sonriente.-Están muy buenas. Casi tanto como tú.
-Idiota.-Natalia le empuja suavemente y le mira, satisfecha.
-Por cierto, quiero hablar contigo.-Dice Álvaro mientras se lleva otro cacho a la boca.
-¿Qué ocurre?-Natalia le mira preocupada.
-¿Sabes algo de Aroa?-Álvaro hace una pausa y mira de reojo a Natalia para evaluar su expresión. Decide continuar.-No es que me importe, pero la otra noche se marchó algo extraña.
Natalia cierra los ojos. Al abrirlos, su expresión se torna algo violenta.
-Ya lo sabía yo.-Susurra para sí. Le mira a los ojos impasible.-Te sigue importando, ¿verdad?
-No, claro que no.-Miente alzando la voz.
-No te creo. Sé que la sigues queriendo. Y si estás conmigo para intentar olvidarla, lo mejor es que lo dejemos ahora. He sufrido demasiado por ti.-A Natalia le tiembla la voz y sorbe por la nariz, aguantando las ganas de llorar.
-No. No quiero que lo dejemos, ¿estás loca? A mí sólo me importas tú. Deberías saberlo. Simplemente te lo he dicho porque sigue siendo tu amiga,¿no?-Álvaro la agarra del mentón y le acaricia las mejillas con los dedos.
-Me da igual si lo que voy a decir es fuerte, pero si tengo que perder su amistad por estar contigo, lo haré.

♥♥♥

Unas horas más tarde, Álvaro camina hacia su casa. No sabe qué pensar. La frase de Natalia le ha dejado sin palabras. Lo cierto es que está preocupado. Espera que no sea capaz de hacerle algo a Aroa, pero, realmente, quien sabe de lo que es capaz de hacer Natalia por él. 
Casi está llegando a su casa cuando, por estar mirando al suelo, se choca con alguien. Levanta la cabeza para disculparse pero recibe un fuerte empujón. Es Víctor.
-¿De qué vas?-Álvaro se quita los auriculares y le mira, lleno de ira.
-¿De qué vas tú?-Víctor le desafía con la mirada, impasible.
-¿De qué coño me hablas?-Álvaro le mira frunciendo el ceño.
-De Aroa.
Álvaro siente que su corazón se precipita y comienza a latir furioso. Se desconcentra y sus piernas le tiemblan. ¿Y si le ha pasado algo?
-¿Qué pasa con ella?-Álvaro intenta mantenerse tranquilo.
-Sabía que no se podía confiar en ti. Sabía que no la ibas a cuidar. Eres un desgraciado.
-¿Qué? ¿Me estás diciendo que no la cuidé? Claro que la cuidé. La amé demasiado. Fue ella la que me dejó.-Álvaro le mira directamente a los ojos, simulando serenidad.
-Mira, a mí eso no me importa, ¿vale?-Víctor le mira con una sonrisa mordaz.-Tú borraste aquel mensaje, ¿verdad?
Álvaro hace memoria. ¿De qué habla? El mensaje que Víctor le puso a Aroa. Aquel día él tenía su móvil. Álvaro le mira con superioridad y suelta una carcajada.
-Claro que lo borré yo. ¿Qué te pensabas? ¿Que le iba a enseñar a ella todas esas estupideces que decías? Eres idiota.-Víctor suelta un bramido y le agarra de la pechera con furia.
-Eres un cabrón. ¿Y sabes qué te pasó? Que tenías miedo. Sí, miedo de que ella te dijera la verdad. Que no te quería. Y que no estaba enamorada de ti. Que todo fue un cuento. ¿Y tú? Tú no eres más que un desgraciado. Porque sabías que si ella hubiese leído ese mensaje, se hubiera replanteado seguir contigo. Y eso te acojonó, porque no sabías con seguridad lo que ella sentía por ti, ¿me equivoco?
Álvaro se echa a reír en la cara de Víctor y este está a punto de perder los nervios por completo.
-¿De qué coño te ríes?
-Bueno, puede que tuviera miedo, pero, lo pasado, pasado está, ¿no? Y si tú supieras lo bien que folla... Espera, espera, es que ella nunca ha estado contigo...
Víctor no soporta más a Álvaro. Le mira con furia y le pega un puñetazo en la cara con todas sus fuerzas. Álvaro se desequilibra y termina pegado a una farola, mareado.
-Eres un mierda, cabrón.

Aroa y Lucía se sientan en la cama. Aroa se ha calmado un poco, pero sigue preocupada por Víctor, que no sabe dónde está metido y no le coge el teléfono.
-Aroa, ante todo, lo siento.-Lucía agacha la cabeza, avergonzada.
-¿Por qué?-Aroa la mira con curiosidad.
-Por lo de Álvaro y Natalia.-Aroa siente una punzada en el pecho.-No te lo conté, porque pensaba que ella misma se iba a encargar de hacerlo. Era lo propio. Aunque no me parece bien lo que ha hecho.
-Bueno, no pasa nada. Me gustaría haberlo sabido cuanto antes, pero ella tenía que habérmelo contado, no vosotras. -Aroa suspira profundamente e intenta quitar hierro al asunto.-Además, ellos no han hecho nada malo, él ya no es nada mío. Y si se quieren, pues adelante. Yo me alegro por Natalia, él es un buen chico y sé que la va a tratar bien.
-Bueno, el tuyo te espera en Nueva York para cuidarte.-Lucía le mira sonriente, pero Aroa se desploma y sin poder aguantarlo, las lágrimas comienzan a rodarle por sus mejillas.-¿He dicho algo malo?-Aroa le mira con los ojos llenos de lágrimas y Lucía comprende. La abraza y le acaricia la cabeza.-Lo siento, pequeña. Shh, tranquila. Ya llegará otro diferente.
Yo ya no quiero otro, piensa Aroa, cansada de sufrir por estúpidos. Se ve que no hay ''diferentes''...Lucía le limpia las lágrimas con los dedos y la obliga a mirarla.
-Ya, Aroa. No merece la pena.
-Lo triste es que lo sé, pero no puedo dejar de llorar.
-Venga, que es verano y tú estás aquí conmigo para pasarlo bien, ¿no?
Aroa intenta sonreír entre las lágrimas. Últimamente no lo está pasando muy bien.
-Bueno, dejemos de hablar de mí. Háblame tú  de...-Aroa mira a Lucía entrecerrando los ojos.
-Aitor.
-Eso, Aitor.
-Pues es...
El móvil de Lucía vibra como loco. Lucía mira la pantalla y una sonrisa boba se extiende por su cara. Es un whatsapp de Aitor.
-Un momento, Aroa. Perdona.-Ella asiente. Sabe que es él. Conoce aquella sensación de necesitar escribirse con esa persona. Suspira profundamente y pone los ojos en blanco. Al menos, la conocía...

Aitor: Contéstame a una cosa. 
Lucía:Dime
Aitor:¿Quieres verme?
Lucía sonríe como una boba y escribe a toda velocidad.
Lucía: Sí
Aitor: ¿Seguro?
Lucía: Sííííííí
Aitor: Pues baja, que te estoy esperando :P

Lucía no se lo cree, ¿la estará mintiendo? Rápida, se asoma a la ventana. Solo ve un inmenso ramo de flores...Eso, y la preciosa preciosa sonrisa de Aitor dirigiéndose a ella.

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